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Ríos y Arroyos de Alhendín 01.05.14 Parte I

Río Dílar

Buenas a todo el mundo! Volvemos a la carga con un poco de denuncia o mejor dicho tirón de orejas. Hoy hablaremos sobre el estado actual de los principales cauces de Alhendín.

Amapola híspida o mestiza (Papaver hybridum)

Diente de león (Taraxacum officinale)

Alhendín, entre el cultivo de secano y una larga historia de arroyos y acequias. Enclavado en la Vega Sur de Granada, este municipio esconde mucho más de lo que uno se pueda imaginar. Muchas veces andamos por pueblos del cinturón pensado que no hay vida natural ni cursos de agua importantes. Pensamos tal vez en acequias y como mucho alguna alberca puesto que son sitios muy adaptados a la vida metropolitana, nada que ver con la Aplujarra, el Valle de Lecrín… Sin embargo, casi casa pueblo tiene pequeños tesoros y pequeñas intrahistorias relacionadas con sus arroyos, barrancos y riachuelos. Cierto es que muchos ya no tienen casi nada que ver con sus orígenes, han sido muy modificados o incluso desecados a favor de acequias o canales de riego, pero, parafraseando a John Hammond en Jurassic Park, la vida, o en nuestro caso la naturaleza entera, se abre camino. De este modo, no todas las escorrentías importantes son acequias en este pueblo, conserva algunos buenos recuerdos de tiempos mejores en forma de arroyos y algún curso mayo, pero no nos engañemos, la situación es más bien mal.

Gamoncillo o ‘Varica de San José’ (Asphodelus fistulosus)

Cardo borriquero (Onopordum acanthium)

El gran caudal del municipio sigue siendo el río Dílar, que hace de frontera natural entre Ogíjares y Alhendín, siendo así mismo fuente principal de los riegos agrícolas de ambos municipios amén de otros tantos que riega. Es por esto que este río fluctúa mucho dependiendo de los requerimientos de riego de los cultivares aledaños…algo muy común para este río casi desde su nacimiento en el paraje de los Lagunillos de la Virgen, tras su paso por la Laguna de la Yegua, en Sierra Nevada. Tanta captación no hace fácil que mantenga su caudal ecológico, es decir, aquel que permita mantener de forma continuada el ecosistema y a sus integrantes. En este aspecto, salvo los meses de lluvias y parte del deshielo, la mayor parte del año el río sólo mantiene continuidad por tramos, especialmente por recuperaciones de excedentes de riego. En época de estío es muy común ver sus lechos a su paso por Alhendín completamente secos. Con todo, es el cauce con mejor calidad ambiental y más continuo a nivel anual del municipio. Y es que un cauce con buen caudal puede permitirse pelear por su hábitat, no así uno poco caudaloso, que sólo aspira a recopilar algo de que os sobra tras su uso industrial, ganadero y agrícola. Esta es la historia de la mayoría de los pequeños cauces, barranqueras, ramblas y arroyos de Alhendín y, por ende, de la Vega Sur de Granada.

Río Dílar

Esta historia se cuenta marginalmente, pues es a lo que han acabado llegando estos pequeños cauces, flujos marginales, ignorados y menospreciados ante el impulso de las construcciones y, en el mejor de los casos, fuertemente canalizadas para aprovechar sus pocos recursos hídricos a favor de huertas poco eficientes en su uso. Así pues, podemos ver como la decena de cauces que surcan la tierra por estos lares se encuentran reducidos a su mínima expresión, con sus cursos variados a favor de carreteras o soterrados para poder construir sobre ellos. Tanto es así, que si circuláis habitualmente o alguna vez habéis pasado por la famosa carretera de ‘La Playa’ N-323, habéis cruzado todos los arroyos y barrancos importantes de Alhendín. ¿Nunca os habíais fijado? Esos puentes a misma altura con quitamiedos y algún cartel marrón…señales de por dónde pasa el cauce. ¿Sorprendido? No es fácil distinguirlos…Puedes haber pasado mil veces y no darte cuenta. Incluso a los lugareños les cuesta distinguir las señas de identidad…, y no les culpo. Apena quedan algunos vestigios de bosques de galería como mejor pista. Se ha conseguido minimizar su ‘impacto’ hasta ser casi imperceptibles ante las carreteras, urbanizaciones, naves industriales…Pero ahí están, porque la naturaleza no entiende de cesar el flujo.

Río Dílar

Sin embargo, quedan reductos que, fruto del propio mimetismo urbanizado al que los ha sometido el ser humano, ahí quedan y, si no pasa nada más ni se decide seguir expoliándolos, ahí quedarán…, casi olvidados que, para combatir la agresividad humana, casi es la mejor ara, el olvido. Así las cosas, decidí tomar la N-323 para ver por mí mismo los reductos. Yo soy uno de esos que ha podido pasar por esta carretera cientos de veces y tampoco me había dado cuenta de la mayoría de cursos fluviales. Con paciencia se encuentran todos.

Así las cosas, cogiendo la N-323 partiendo de mi Ogíjares natal dirección Alhendín, el pimer curso es el mencionado río Dílar. Pasado el pueblo de Dílar y, por tanto, el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, su cauce se convierte en la comunidad de regantes del río Dílar abasteciendo a varios municipios a su paso. A su llegada a Alhendín es normal que algo de agua tenga salvo en verano. Algo que no mucha durante entre 7-9 meses cuando lo normal por caudal y cuenca es que tuviera agua todo el año en buena cantidad y, al menos, algo durante el verano. Aún con ello es un río y como tal aguanta el tipo formando no pocas veces orillas vegetadas en incluso bosque de galería más allá de las zonas de protección ambiental. A su paso por las zonas agrícolas, al servir de lindero, sus formaciones más bien arbustivas se permiten para controlar sus orillas, delimitar límites de cultivos o incluso con uso recreativo como se da en Alhendín, donde se han tratado de redirigir los taludes y colocar bancos para su uso público. Esta zona delimita con la Base Aérea de Armilla con lo que goza de cierta protección contra la urbanización del terreno. De esta forma, se han podido estableces muchas aves riparias que anidan en oquedades que fabrican en los taludes arenosos, en los matorrales de adelfas, tarajes y retamas, etc., sin sufrir mucho estrés ni molestias por parte del ser humano, como el avión zapador, abejaruco, lavanderas…además se pueden escuchar muchas ranas croar en los remansos y arenales más protegidos, así como ver lagartijas y pequeñas culebras. Todo esto junto con la gran cantidad de insectos y una flora herbácea rica y diversa hacen que sea un sitio digno de investigar y disfrutar…eso sí, no esperéis hacerlo con mucha sombra porque salvo aluna higuera, poco más sombra os van a dar la vegetación. A su paso por Alhendín, al menos la mayor parte del año, el río Dílar tiene un tramo muy agradable y lleno de buenos momentos.

Si seguimos nuestra ruta, el siguiente arroyo lo encontramos justo al entrar en la zona urbana del pueblo, el arroyo Marañón. Da la casualidad de que en su cruce con la N-323 no hay un simple puente o viaducto que lo salva, no. Hay toda una rotonda con sus salidas por encima del arroyo y, como si fuera cosa del mismo soterramiento, hay dos lecturas muy diferentes del arroyo antes de entrar y al salir del mismo. Es muy extraño el contraste.  Antes de la entrada quedan reductos de lo que fue un bonito bosque ripario caducifolio con chopos y alguna higuera. Incluso tiene curso más o menos continuo…mejor dicho hilillo continuo, pero natural. El pequeño bosquete se ve apretado entre un espacio de aparcamiento por una ribera y por la pared de una nave por la otra…entendamos protección para los árboles y sombras para los coches, ya es algo. Justo antes de internarse en el túnel bajo la rotonda le llega una tubería de vuelta de agua al curso de cultivos adyacentes. Al salir, el paisaje cambia. Mantiene algunos árboles viejos y ajados, algún fresno y algún resto matorral, así como una dejadez extrema junto con basura y verjas oxidadas…, quizás queriendo proteger lo poco que queda. Lo cierto es que desde este punto, por la tubería de antes, y por otra nueva que devuelve agua en este punto, el caudal del arroyo crece. El agua en sí parece turbia y poco limpia, pero he de admitir que la zona parecía que albergaba cierta biodiversidad en plantas herbáceas e insectos. Es poco hermoso y se pone peor puesto que se acanala un poco de nuevo para riegos unas decenas de metros más abajo…, efímero, pero algo es algo. No creo que vayan a considerarlo una zona a restaurar, pero tendría potencial. Lo malo es que hoy en día, si no va a tener algún uso recreativo, y es obvio que allí al lado de una carretera, tras verjas y confinada entre naves industriales y casas…, es poco atractivo, pero eso no quita que tenga su valor ambiental. Sólo apto para aventureros, pero si deciros que aves hay y al ser tan difícil, es relajante e interesante.

    -Antes de la rotonda:

Arroyo Marañón (antes de la rotonda)

Cañería de reintegro de agua

Bosquete de rivera relíctico

 

Después de la rotonda:

Canalización del Arroyo Marañón (después de la rotonda)

Vertidos de fincas aledañas

Hormigonado del arroyo

Y hasta aquí la primera parte. Aún queda camino por la N-323, pero lo finalizaremos otro día. Espero que mis reflexiones hagan que tomemos conciencia y empecemos a apreciar que, incluso aquello que hemos desahuciado y despreciado, quiere seguir dándonos vida y bienestar. Hasta pronto!

Parte II

Video

Lo mejor: Retales de bosques de ribera, cauces recuperados y uso público.

Lo peor: Confinamiento y detrimento, desecación, pérdida de biodiversidad por abandono.

Más info:

http://waste.ideal.es/riodilar.htm

http://www.emasagra.es/ESP/834.asp

http://es.wikipedia.org/wiki/Arroyo_de_Las_Andas

http://www.aproteco.com/entornosur/rut_t/rut_t_alh01.htm

http://www.granadahoy.com/article/granada/913301/seprona/certifica/vpo/frai/se/hicieron/sobre/barranco.html

http://www.alhendin.org/3_0.asp

 

Lagunas del Padul I

Uno de los parajes más ricos e interesantes de toda la provincia corresponde con uno de mis humedales favoritos, el sistema de lagunas del Padul.

Panorámica de la Laguna Grande del Padul

El sistema lagunar corresponde a una cuenca de turbera pantanosa a los pies de Sierra Nevada y actualmente forma parte del Espacio Natural Sierra Nevada, con lo que goza de cierta protección ambiental. Sin embargo, no se encuentra ni mucho menos exenta de peligros y amenazas, si bien es cierto que desde finales de los 90 se está imponiendo una lógica ambiental y sociocultural que llamaba a gritos a las puertas de las administraciones publicas. Poco a poco la laguna recupera su área de extensión y sus ecosistemas colindantes, pero acaece aún de las explotaciones de minería de turba que en tan alto riesgo de desaparición las pusieron. De hecho, los derechos de explotación siguen vigentes y afectando al devenir de las lagunas más meridionales; lo bueno es que la prerrogativa ambiental tiene más visos de imponerse que antaño así que esperamos que año a año se vaya recuperando terreno y solucionando daños e impactos de un pasado con mentalidad menos ecológica.

Panorámica de un charcal inundado este año 2014 cerca de la Laguna Agia

Así las cosas, tenemos que hablar de dos grupos de lagunas en el sistema lagunar: las lagunas y charcas del Agia y la laguna Grande del Padul. Las primeras son las que actualmente se encuentran impactadas por la extracción de turba; el segundo subsistema incluye la laguna de mayor extensión y numerosas charcas, fuentes y surgencias. Entre ambos conjuntos y saliendo de los mismos, las madres, zanjas de sangrado y drenaje que en un principio buscaban desecar la zona para uso agrícola y minero, así como para reducir el impacto producido en la salud por el paludismo, transmitido por mosquitos que se daban en plaga a lo largo del sistema y que llegaron a causar grandes estragos. Hoy día, estas madres son más bien canales de flujo para riego o incluso pasillos-corredores entre zonas desecadas o fuertemente impactadas.

Panorámica de una de las Lagunillas de la Laguna Agia

No son pues las madres los principales impactos, y no sólo la extracción de turba perturba la superficie y el bienestar de este ecosistema poco común en la provincia y tan rico en biodiversidad. Hoy en día hay que hacer especial hincapié en el impacto que provocan las lineas de alta tensión sobre la avifauna, y el que producen las especies alóctonas introducidas en la laguna, como las carpas o las tortugas de florida, sobre peces, reptiles y anfibios. Muchas asociaciones ecologistas y voluntariado como la Estación Ornitológica del Padul o AGNADEN, luchan para dar a conocer la biodiversidad local y protegerla contra las amenazas citadas, tanto desde la educación ambiental como desde la actuación sobre el medio y los espacios de este ecosistema.

Ranas en el estanque frente al Centro de Visitantes ‘El Aguadero’

Este espacio lagunar junto con el de la Charca de Suárez en Motril, son ya los únicos reductos para cientos de especies de aves en tránsito, de paso o residentes que ven como, salvo por algunos embalses algo naturalizados, se quedan sin lugares adecuados para su descanso y supervivencia en la provincia. Algunos como el Humedal del Baico en Baza, o las Lagunas de Albolote, son ya únicamente reductos, sueños efímeros muy dependientes de años de exceso de lluvias para cumplir su función de ecosistema para avifauna. Los múltiples ecosistemas que ofrece el Padul dan lugar a que puedan avistarse multitud de tipos difrentes de aves (carriceras, de juncales, de montaña, de ribera…). El problema de las aves es más acentuado si cabe si nos paramos más profundamente a pensar en los anfibios. Algunos como el gallipato (Pleutodeltes walt) ya sólo sobreviven en algunas lagunas montañosas de Loja como el Charco del Negro y en alguna de la charcas y lagunas entre ellas las del Padul. Para otras tantas especies de anfibios, todas ellas muy amenazadas por falta de hábitats, contaminación y cambio climático, tienen en el Padul uno de sus últimos reductos de agua y ambientes protegidos. Yendo más allá, muchas especies de reptiles y mamíferos encuentran protección en sus bosques de ribera y la multitud de ecosistemas que rodean las lagunas, como carrizales y pastizales. Tanto es así que se estima que, si no ha llegado ya, pronto puedan darse poblaciones estables de nutrias en las lagunas y aledaños. La buena labor de conservación y gestión podría lograr tal hito en breve, algo muy trascendental sabiendo de la exigencia de estos animalillos y otros tantos como ginetas y zorros, y multitud de tipos de ofibios (serpientes) en lo que a un ambiente muy cuidado se refiere. Por último, sería un error olvidarse de la rica entomofauna representada por cientos de variedades de mariposas, libélulas, abejas y demás insectos beneficiosos más allá de los, en otra época, temidos y mal gestionados, mosquitos.

Focha cornuda y cormorán

Ánades

Como podéis ver, las lagunas del Padul esconden cientos de secretos y multitud de seres vivos que merecen ser protegidos y preservados para futuras generaciones. Esta labor depende de todos nosotros y como aporte, trataré de ir desgranando sus tesoros post a post. Un fuerte abrazo.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

 

 

Río Castril (Castril) 02.11.13

Nacimiento del Río Castril

Muy buenas de nuevo!

Mi perrita Zooey explorando los karsts

Río Castril

Volvemos a la carga con una de las visitas que más ganas tenía de realizar: Castril. Este pueblo del norte de Granada es la puerta al Parque Natural del Castril, colindante y vecino del afamado Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, a quien no tiene nada que envidiar ni en biodiversidad ni en paisajes. Castril es una de mis zonas favoritas porque se enclava en terreno calizo y, por si no lo habíais notado, me encanta. Pero no me encanta por cualquier razón, sino porque los karst y demás formaciones dolomíticas dan lugar a algunos de los paisajes más extraños y hermosos de la naturaleza, seleccionan una flora muy particular y crean cientos de ecosistemas y hábitats extremadamente curiosos…, pues bien, Castril reúne mucho de todo lo que menciono. Es un paraíso de formas, agua y vida. Por desgracia sufre mucha presión humana desde muchos frentes y a muchos niveles…considero poco su catalogación como Parque Natural. La conservación de toda la zona incluyendo Cazorla, Segura y las Villas como Parque Nacional debería empezar a contemplarse al menos. Se verá.

Captaciones y retenciones del río Castril

En fin, comenzamos nuestra aventurilla realizando la ruta del nacimiento del río Castril…Bueno, mejor dicho, hacemos de aventureros para llegar a la zona de partida de los senderos ya que tenemos que sortear un carril de tierra que, por muy bien que esté conservado, pone las cosas difíciles. Consejo: no lavar el coche poco antes de la excursión porque va a quedar hecho una pena. Otro consejo: paciencia para no cargarse el coche. Otro más: llegar temprano ya que el ‘aparcamiento’ es escaso y a los dueños de la finca colindante no les agrada que invadan su zona…eso sí, son muy apañados y te indicarán bien cómo ir a los senderos y cómo salir de su propiedad (XD). Si aun así os perdéis, hay muy buena señalización con paneles y guías de madera para cada ruta y por dificultad. Bueeeno…una vez empezamos a andar, nos encontramos con un río lleno de vida y con orillas bastante espesas, pero con claros que permiten acercarse al cauce y disfrutar del sonido y la visión del agua corriendo. No tiene precio. Pero también vemos algunos de los golpes del ser humano en forma de canalización, captaciones y represas. Recuerdo que la excursión es por el NACIMIENTO…desde que nace ya está bastante controlado. A parte, a poco que leáis sobre el tema, veréis también que está bastante mal gestionado su uso…Como joder sabemos, jodamos. Al menos el río es un campeón y mantienen una rivera preciosa y un paisaje impresionante.


De cualquier manera el paseo es increíblemente hermoso y lleno de sorpresas, además de muy sencillo y con poca dificultad. Disfrutad de las panorámicas. A lo largo de la ruta podréis ver señalizados muchos senderos a parte de la ruta del nacimiento que también son muy interesantes amén de más duras, probadlas. De cualquier manera, muchas de ellas os llevarán antes o después a pasar por el nacimiento del río. Para llegar al mismo, deberéis realizar la parte más ‘dura’ del recorrido empezando la parte más caliza del recorrido y, por tanto, más rocosa y rica en paisaje y momentos inesperados. Una vez empecéis la escalada empezaréis a ver los caños y surgencias que forman el nacimiento del río Castril. Se trata de una serie de emanaciones casi de la misma piedra que forman cascadas y rellanos llenos de vegetación rocosa en la que predominan hepáticas y musgos. Dentro de lo por arbóreo del entorno fuera de la ribera, esta pequeña zona encañonada es como un vergel en el desierto.

Caños y surgencias en el nacimiento del río Castril

Pero no os quedéis ahí, los picos que rodean y forman una especie de caldera, más allá de las rocas del nacimiento, son el verdadero origen del río. Sin embargo, por las condiciones propias de un terreno kárstico como este (lo reconozco, me encanta este tipo de terrenos). Por periodos esta dolina se encuentra habitualmente no inundada. Pese a todo, acercaos porque merece la pena ver cómo se nota que la zona es frondosa en plantas ya que el nivel freático (profundidad a la que se encuentra el agua bajo el suelo) está muy cerca de la superficie. El juego de luces y sombras y las formas imposibles labradas en la roca, así como los extraños parajes abruptos en los que a veces nos sorprenden encinas y otros árboles y arbustos más riparios (de bosque de ribera) hacen de este un lugar perfecto para pasar un rato descansando antes de volver. Si os animáis a seguir las rutas más complejas llegaréis a ver un tejo milenario y podréis ver todo el paraje casi cresteando la formación de la sierra, todo un lujo. Entre los animales que podéis encontrar, tratad de dar con las distintas mariposas, muy abundantes y diferentes, así como muchos saltamontes y muchos tipos de abejas y abejorros, amén de muchos más insectos…¡el paraíso de los entomólogos! En serio, lo disfrutaréis por lo fáciles de encontrar que son a lo largo de todo el paraje y los distintos tipos de roquedos y matorrales. Os dejo un vídeo de un matorral repleto de muchos tipos de mariposas que encontramos. Pero no os procupéis los pajareros, como bien sabéis, los karst son buenísimas zonas de observación así que…no tengo que decir más jeje


Abejorro común (Bombus terrestris)

Pero no penséis que este es el final. Para acabar el día, nada mejor que acercaros al pueblo de Castril y sigáis la senda del río por sus calles y lleguéis hasta las pasarelas del cañón. Este paraje de pasarelas permite disfrutar de una experiencia muy enriquecedora ya que normalmente no podemos disfrutar de un cañón casi a vista de pájaro. Vistas, biodiversidad…todo cambia desde la pasarela. Desde luego tomaréis más de una buena instantánea y descuidad, su estado es inmejorable así que no temáis por si os caéis. No os perdáis esta experiencia por el miedo a la altura ya que pocas veces podemos ver escenas tan impresionantes de una forma tan bien integrada en el medio.

Pasarelas sobre el cañón del río Castril

Lo dicho, primera toma de contacto con Cástril, su sierra y su río. Será la primera de otras tantas y espero que os animéis a acercaros. Nos vemos pronto con más humedales!

Lo mejor: pasarelas, paisaje kárstico, surgencias del nacimiento, rutas y señalización
Lo peor: enorme presión humana, captaciones excesivas

Para más información:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/resultadoPublicacionesEUPAction.do?tipo=EN&idEspacio=7342

Haz clic para acceder a 29397.pdf

http://www.riocastril.com/
http://www.iagua.es/noticias/planificacion/13/09/17/la-plataforma-por-la-defensa-del-rio-castril-recurre-el-plan-hidrologico-del-guadalquivir-36688

Acequia de Moroz 19.10.13

Buenas de nuevo!!

Acequia de Moroz

Normalmente no hago mini-entradas, pero a veces encuentras los ecosistemas menos esperados en los sitios menos esperados.

Os cuento, visitando el imponente Peñón de la Mata (Cogollos Vega) junto con mis colegas Jorge Montalván y Jorge Martín para honrar la memoria del abuelo fallecido del segundo de los ‘Jorges’ (DEP) y tras una caminata bastante salvaje al no conocer el camino o sendero principal y visitar el peñón y flipar con las vistas, decidimos volver.

Pues bien, a la vuelta dimos con el sendero que toda persona en su sano juicio hubiera empleado y al final del mismo, justo al final de las faldas del peñón me paré un momento para poder ver de cerca la acequia. En la misma descubrí algún macoinvertebrado (bichejo acuático) y bastante vegetación rivereña como zarzales moreros, pero también macrófitos y musgos. ¡Espero que os gusten los videos!

Macroinvertebrado (tricóptero) enganchado a una roca de la acequia

Charca de Suárez I – Motril (01.09.12)

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Este blog nace con el objetivo de formar una guía de visitas por el entorno natural de Granada con un toque de humor y sinceridad, pero también desde la denuncia de los impactos y conflictos medioambientales que ponen en riesgo la posibilidad de disfrutar de estos espacios tan vulnerables y necesarios.

En cada entrada trataré de plasmar las emociones que cada lugar nos transmitió y las situaciones ante las que nos vimos LiLi Parejo y yo, Nacho Vílchez, así como las aportaciones de amigos y colaboradores que nos quieran acompañar. Sin más, espero que lo disfrutéis. Primera parada, la Charca de Suárez (Motril).

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El humedal de la Charca de Suárez cubre cerca de 14 hectáreas de terreno dentro del término municipal de Motril, cerca de playa de Poniente (playuki, bien!!). Hidrológicamente pertenece a los humedales del río Guadalfeo, al que dedicaremos pronto una extensa visita. Este humedal ha recibido recientemente protección ambiental como Reserva Natural Concertada, lo que supuso un alivio frente a la presión urbanística y agrícola ante la que muchas personas con buena conciencia ecológica se oponían. Ni mucho menos están solucionados los problemas pero se nota que su protección ha controlado y preservado, al menos en parte, este bello espacio natural.

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Charca de Suárez

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La visita que LiLi y yo le hicimos a este espacio fue a principios de septiembre, época especialmente buena para ver aves ya que se concentra hasta un 80% del total de especies que se pueden observar en la Charca. Aprovecho para deciros que como ornitólogo no soy muy bueno pero me esfuerzo, que es lo importante (como participar o la intención, todo muy noble).

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 Pese a todo pudimos ver unos cuanto pajarillos. Esto en buena medida se debe a que el acondicionamiento periférico de miraderos o puntos de observación es bastante bueno. El vallado está especialmente cuidado en torno a las zonas de cría pero en otras partes del recinto se hace demasiado evidente que estamos rodeados de espacios urbanos o industriales, aspecto al que parece que se han adaptado la fauna del lugar.

Hacer la ruta establecida con el guía del entorno se agradece porque ves mucho más de lo que a simple vista se ve. Tanto la visita como el acompañamiento del guía es gratis, aunque es necesario concertar cita previa para lo segundo. Organizáos una visita porque el hombre se lo curra y lo disfrutaréis más a fondo. Si decidís hacerlo por vuestra cuenta, pilláos un panfleto a la entrada, cumplid las normas y disfrutad en silencio.

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Esto último es difícil si te toca con un grupo de escolares o familias poco respetuosas…Gentecillas del mundo, luego os quejáis de que no veis nada…¡Silencio! Lo pone nada más llegar en un cartel y hasta el guía te habla bajito al llegar…Si no lo pillas, háztelo mirar, que ésta es la parte sencilla del cuento. Si mantenéis un tono bajo y no vais como elefantes, los pajarillos y demás bichejos humedalísticos os lo agradecerán dejándose ver mejor.

Además de aves de humedal podremos ver otros animales como pequeños y numerosos cachos, pececillos que quizás confundáis con renacuajos, que también haberlos ‘haylos’. Estos simpáticos pececillos no requieren de condiciones muy  exigentes en el agua donde viven (los veréis incluso en el río Genil a su paso por el Puente Verde), lo cual explica que vivan medianamente bien en estas aguas que muchas veces pueden venir cargadas de nitratos y fosfatos de las aguas de riego. Esto último causa emponzoñamiento de las aguas con quilos de algas verdes, fenómenos que se denomina eutrofización.

ESPACIO INFORMATIVO. HOY, LA EUTROFIZACIÓN

                La eutrofización viene a ser un crecimiento exagerado de algas en aguas dulces debido a que el agua en la que viven recibe mucha carga orgánica de agricultura o industria.

Explico el proceso: Si hay mucho nitrógeno y/o fosfatos en el agua, crecen mucho las algas, consumen mucho oxígeno, se asfixian otros seres vivos, se forma un manto maloliente en superficie, no pasa la luz, se pudre el agua…y no llega a hecatombe mundial por poco.

Normalmente el agua dulce no suele llevar mucha carga orgánica (sistema oligotrófico-poca materia orgánica) con lo cual estas algas se regulan bien. Conforme el río baja sus aguas hacia el mar, éstas van teniendo más materia orgánica, pero si le llega un extra de Navidad en caquita hay problemas. ¿De dónde viene? Normalmente del exceso de fertilizantes en la agricultura y del vertido de detergentes (suelen formar espumas) de industrias. Es un problema serio y difícil de recuperar.

FIN DEL COMUNICADO

 Bueno, tras esta parida friki-ambiental/informativa que nunca está de más (el saber no ocupa lugar a menos que lo guardes en tomos de la Larousse), retomamos.

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Focha cornuda (Fulica cristata)

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En el camino habilitado que circunda este espacio también pueden verse preciosos camaleones y, por lo visto, incluso están volviendo a reproducirse en el humedal, ¡toma éxito!

Además podéis ver (con algo de suerte) ranitas meridionales, culebrillas, zorros y galápagos leprosos. Estos últimos animalejos son uno de mis animales favoritos y no, no son tortugas sin más. Son galápagos porque están adaptados a la vida en agua y tierra. En concreto estos bichillos se ven bien por la mañana temprano (sí, lo sé, sueñaco tremendo, pero merece la pena), cuando se ponen a tomar alegremente el sol. También se hace interesante ver las múltiples libélulas y caballitos del diablo.

Pasando de los seres animados, las plantas también tienen un importante aporte al humedal. Sirven de soporte y refugio para todos los habitantes de la charca. Así, encontramos muchos carrizales, tarajes, masiegas y sauces. Estos últimos son muy buenos sitios para ver pajarillos paseriformes y es en ellos donde se ha llevado a cabo el colocado de casitas nido. Con suerte y silencio podremos ver lavanderas, ruiseñores, aviones y golondrinas, amén de otros muchos paseriformes (pajarillos tipo gorrión, para hacernos entender). Si no los veis, otra bonita actividad es reconocerlos por su canto, eso seguro que lo tenéis a menos que pasen críos gritando y azotando los caminos como los hunos al llegar a Europa…Pero normalmente se escuchan muchos cantos. Cerrad los ojos y…bueno, primero haceros con una guía sonora de cantos de pájaro para saber qué es qué XD.

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Quería comentaros también la original idea para sensibilizar a la población empezando por su base: los niños, esas pequeñas fieras de pelo revuelto. Cada vez que nace un niño en Motril se planta un árbol en las zonas a recuperar del humedal. Una idea genial y que acompaña al crecimiento en la conciencia ecológica de la magnífica gente de Motril. Punto positivo.

Otro punto a favor lo marca la zona de preservación del cultivo de la caña de azúcar. A primera vista puede que no se vea el valor, dado que es una actividad humana. Sin embargo, la conservación social y de prácticas sostenibles es tremendamente importante ya que el medio también incluye al ser humano y a sus actividades, algo de lo que muchas veces no nos damos cuenta o dejamos que se pierda en la memoria. Normalmente una actividad tradicional y sostenible tiene muchos más pros que contras en el medio, es nuestra tendencia a sobreexplotar el medio y tratar de usarlo como si fuera algo externo a nosotros la que nos lleva a destruir la riqueza que nos rodea. Dejando atrás aspectos ecofilosóficos, el cultivo de la caña proporcionaba riqueza y mantenía espacios naturales y hábitats para muchos animales. Conservar esta pequeña parcela nos hace recordar y buscar en nuestro contexto cómo usar mejor los recursos.

Concluyendo, que esto ya se alarga: El espacio de la Charca de Suárez, aunque muy flanqueado y reducido, puede ser un buen ejemplo de cómo, aplicando figuras de protección y con la constancia y conciencia de todo un pueblo, podemos salvaguardar los recursos de nuestra provincia. Invirtiendo esfuerzo y tiempo, y con el apoyo de la administración, la Charcha de Suárez promete llamar a la puerta del futuro para las generaciones venideras de Motril y de todas aquellas personas que queremos disfrutar del medio ambiente y de las zonas húmedas. Ahora toca seguir mejorando el espacio, subsanar y corregir las deficiencias y generar conocimiento mediante sus estaciones de observación científica, así como divulgar un turismo sostenible.

Puntos Fuertes: Rutas y puntos de observación. Programas de recuperación. Avifauna.

Puntos Débiles: Necesita actualizar y hacer más accesible el material de divulgación. Eutrofización. Paisajes limítrofes degradados.

Para ampliar la información:

http://www.motril.es/index.php?id=72 http://waste.ideal.es/charcadesuarez.htm http://www.granadahoy.com/article/granada/1212450/los/camaleones/vuelven/la/charca/suarez.html# http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=B46F666FA7A8E1DAD49CFAB2F32508E4?idEspacio=38048

Ruta: