Archivo de la categoría: Insectos

Abejas pulianeras para empezar 2019!

Este año deseamos que sea genial! Empezar recordando la importancia de las abejas, nombrada en 2018 el ser vivo más importante del planeta. Sin embargo, debido al uso poco controlado de fitosanitarios, las especies de avispas y abejas alóctonas como vectores de enfermedades y depredadores, así como otras razones de fondo como el cambio climático, están en grave amenaza… Dependemos mucho de este pequeño y curioso insecto, es genial disfrutar de ellas para empezar el año. Esperemos que sea un buen presagio!



Abejas, importantes de verdad

No sobreviviremos sin ellas


Proyecto Sierra de Baza: No se va a actuar contra la procesionaria en Sierra de Baza

Muy buenas!! Hoy es viernes y reposteamos desde Proyecto Sierra de Baza! Hoy hemos querido retomar el tema de la procesionaria (aquí el post anterior) puesto que hay nuevas al respecto…pero no muy alentadoras. Esperemos que cambien algo las cosas. Para que esteis informados, os dejo con el post acerca de las medidas que se han acordado.

 Proyecto Sierra de Baza

Así lo manifestó el Director Conservador Rafael César Córdoba en la última Junta Rectora

© Proyecto Sierra de Baza. Imagen de zonas afectadas

El convencimiento de que la plaga de procesionaria forma parte de los ciclos naturales que se producen periódicamente en los pinares, que aparece y luego desaparece, sin ocasionar graves daños permanentes al arbolado, el que tan sólo ve retenido su crecimientos y a ello se adapta el árbol, así como que la lucha química mediante fumigaciones aunque tiene un efecto positivo en la eliminación de la plaga a corto plazo, tiene más inconvenientes que beneficios, ya que afecta a la fauna de invertebrados que se localizan en este lugar, también a las aves que son sus principales luchadores biológicos, ha llevado a la Dirección del Parque Natural Sierra de Baza a considerar que es mejor no efectuar actuación de tipo alguno en estos pinares, que en algunos casos presentan graves daños de defoliación.

En el mismo informe se destacó como la gran superficie de pinar afectadas (en torno a las 10.000 has de este espacio protegido) impide que se pueda actuar manualmente sobre la plaga, para su eliminación puntualmente.

Otro de los argumentos que se utilizaron para defender que no se actúe mediante fumigaciones u otros sistemas de lucha química contra la procesionaria es que la zona afectada no está próxima a núcleos de poblaciones, por lo que tampoco se hace necesario actuar con urgencia sobre la misma por arzones de salud pública, que sería otro motivo para controlarla sin demora.

Una errónea política forestal, de la que ahora estamos pagando las consecuencias

El masivo cultivo monoespecífico de pinos en los años 50 y 60 del pasado siglo en nuestra sierra, está detrás de estas masivas plagas de procesionaria que venimos viviendo cíclicamente en nuestra sierra, y de la que el último antecedente fue la gran plaga del año 2009, que afectó a más de 20.000 hectáreas, de ellas presentaban una grave defoliación un total aproximado de 5.000 Has., mientras que las restantes presentaban distintos grados de infestación, concentrándose de forma fundamental en torno a la carretera que cruza el parque (GR-8101) de Caniles a Escúllar.

Puede ampliarse información sobre el fenómeno de la procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza en el artículo que publica el Ingeniero Técnico Forestal Víctor Azor AQUÍ.

 

 

 

De nuevo Proyecto Sierra de Baza nos trae aspectos culturales y ambientales muy importantes. Esperamos que os haya sido de interés y os guste la entrada. Y recordad que cualquier ayuda y colaboración es bienvenida, apoyar esta causa es de vital importancia para conservar la salud de este espectacular espacio protegido. Un saludo!

Río Dúrcal 11.05.14

Muy buenas de nuevo! A la carga!

Cultivos del río Dúrcal

Volvemos a la carga con uno de los cursos fluviales más bonitos y poco conocidos de la provincia. Por poco conocidos no me refiero a que la gente no sepa de este hermoso paraje, sino que muchas veces no llegan a ver rincones del mismo que impresionan y que por poco accesibles, salirse de la ruta o por ser algo más agrestes, suelen perderse al ojo poco habituado. Verdaderas maravillas que tuve la oportunidad de disfrutar junto a mi intrépida perrita Zooey y a mi mejor amigo José Antonio Ferrándiz!

Z a su rollo…XD

Cañón y galería del río Dúrcal

Las rutas señalizadas siempre son un buen comienzo así que decidimos acercarnos al río por las mismas…en realidad era lo más fácil. Dentro de la zona habilitada de senderos comenzamos haciendo algunas paradas de rigor para inmortalizar el momento y la primera sorpresa, junto a la rivera adaptada del río Dúrcal para uso recreativo y ‘domingueril’ (sí, mesas para japar junto a la corriente del río entre el sonar de los pájaros), observando y fotografiando la vegetación encontré una de mis plantas favoritas, el trébol pratense, con la salvedad de que en lugar de 3, ¡una de sus hojas era tenía 6 foliolos! Mucho mejor que los simples tréboles de 4 ‘hojas’…se creen la monda.

Trifolium pratense con una hoja de 6 foliolos

Bosque de ribera de fresnos del río Dúrcal

Como podéis ver, desde el principio encontramos sorpresas. Pero lo mejor estaba por llegar. Lo bueno de ir con tu mejor amigo es que las respuestas a las preguntas acerca de si apetece jugársela un poco más por hacer una foto o perder algo más de tiempo en un sitio, se responde solas. Por eso, aunque decidimos seguir la senda que cruzaba por puentes de orilla a orilla, descubriéndonos distintas perspectivas y lugares del río, nunca había que gastar más de un par de palabras en salirse del rumbo senderil y escalar un risco o buscar una panorámica más amplia.

Pequeños desvíos de riego

Zona de merenderos del río Dúrcal

Pero cómo no hacerlo así, si el sitio se prestaba a dar rodeos y descubrir sus secretos a casi cada recodo del cauce. No había momento sin parada ni parada sin motivo. Encontramos un sin fin de flores impresionantes, contrastes geomorfológicos, bichos interesantes y agua, mucha agua. Y es que el río Dúrcal a final de mayo es un río afortunado con un caudal envidiable. Lógico ya que estábamos en un tramo cercano al Parque Natural de Sierra Nevada, sin embarga ya ni eso garantiza buenos caudales. En este caso sí, y es digno de mención. El potente caudal que nos encontramos encajaba con los hermosos bosquetes de ribera que nos cobijaban de un sol duro e impasible que aquí en las puertas del Valle del Lecrín parece que pega más.

Acequia Márgena

Distribuidores del río Dúrcal a la acequia Márgena…y Zooey 😉

La zona, geológicamente caliza y con amplias zonas de derrubios y arenas del poderoso río, permitía pasar de ambiente muy húmedos y frondosos en los meandros y encajonamientos del cauce, a especies aromáticas y especialistas resistentes al solano y la sequía en las duras laderas que completan las alturas del valle. La biodiversidad de la zona en apabullante, sólo espero poder transmitiros parte de la misma. Volveremos a por más, seguro.

Este río y sus orillas son el claro ejemplo de que una serie de vegetación compleja y que viene definida por su paisaje geológico. También de lo dolorosamente difícil que es definir una serie de vegetación en zonas tan contrastadas como esta. En espacio de unas pocas decenas de metros encuentras especies fuertemente dependientes de una humedad alta, viviendo junto al lecho casi plano del río, como especies altamente resistentes a la ausencia del líquido elemento casi colgando de paredes prácticamente verticales y tan expuestas que necesitan emplearse al máximo para no ser carbonizadas.

Poza de la Pileta

Explanada de la junta con los barrancos

A lo largo del camino encontramos varias entradas de agua desde las acequias de riego que discurren en paralelo. Dichas entradas forman una serie de cataratas muy vistosas y que aportan a las orillas un sonido especial y de conjunto con los pajarillos de sotobosque. No se trata de caídas naturales pero aportan belleza al paisaje y oxigenación al agua, amén de devolver caudal al río que aporta mejora ecológica.

Puente a puente, de orilla a orilla, con el río encajonándose cada vez más, empiezan a llegar más momentos donde pararse y retratar al medio. En el dique de riego al que llegamos se forman un embalse por encima y una balsa por la baja, precedido de un salto de agua en cascada magnifica. Esta zona en concreto junta muchos fresnos y mimbreras, herbáceas y helechos se mezclan para dar frondosidad a las orillas.

Los pasos sobre acequias, testigos de caudal, controles de paso, etc., hacen muy emocionante el paso por el río, pero incluso es mejor entre los árboles de lado a lado del río, troncos de puente…Lo que viene siendo un bosque de galería de verdad. La única pena es lo limitado del área que cubre. Como ya hemos comentado el área circundante son cañones y valles escarpados además de un material de suelo poco proclive a vegetación arbórea. Pese a esto, están llenos de vida en forma de arbustos espinosos, orquídeas, jaras…

Barranco de la Rambla aportando al río Dúrcal

Si seguimos avanzando llegaremos a las arenosas juntas de los barrancos del Lobo y de la Rambla que forman las partes más amplias del encajonado valle del río Dúrcal. Un ejemplo de zona con mucha agua y fresnos dentro de esta área es la Poza de la Pileta o Pipa. En torno a esta zona podemos acudir a los caminos de las acequias para hacer más interesante la ruta, tanto a nivel de diferentes tipos vegetales como de paisajes e insectos, especialmente curioso el gran número de mariposas que podemos encontrar. Pasamos desde zonas muy áridas hasta zonas muy frondosas.

Al seguir avanzando llegamos a varios pasos muy curiosos que circundan el cauce como trincheras ancladas a la vertical de las rocas. También pasamos por cavernas horadadas para el paso de acequias e incluso tomas paralelas que hacen la ilusión de tras cauces a distintas alturas. En algunos de estos sitios llegamos a ver hasta 6 tipos diferentes de arañas que hacen festín con los insectos voladores de estas zonas, así como varios escarabajos sorprendentes que trataremos de identificar.

El final de nuestro camino es subir una última senda escarpada que nos lleva al salto de agua de la Central Eléctrica de Dúrcal, llamada cascada de los Bolos o del Canal de Fuga, una preciosa cascada en forma de cola de caballo de varios metros que prolonga en una poza que da a una acequia (Márgena) que vuelve al río…siempre ha de volver al río. La postal es de cine y aquí decidimos parar un rato y disfrutar. Con amigos siempre es mejor y con el mejor siempre es insuperable.

Un gran día en una zona que merece respeto y cuidado, un paraíso entre montañas que nutre a todo el Valle del Lecrín de una de las mejores aguas Sierra Nevada. Merece enormemente la pena visitar y valorar su patrimonio cultural y ambiental. Su riqueza en biodiversidad vegetal, así como sus pequeños habitantes completan una zona de grandes sorpresas.

Seguimos buscando el agua!

Z en uno de los puentes naturales

Lo mejor: mucha agua, mucha biodiversidad, mucha vida, cascadas

Lo peor: muchísimas tomas que drenan el río, cierto deterioro en algunas riberas

Muchas más fotos en nuestra galería de  (click en el icono)

Más info:

http://adurcal.com/enlaces/cultura/patrimonio/rio/index.htm

http://www.adurcal.com/mancomunidad/guia/rutas/1/1.htm

http://cienpatas.blogspot.com.es/2014/05/en-el-rio-durcal.html

http://caminosdelsur5.blogspot.com.es/2011/08/nacimientos-del-rio-durcal.html

Proyecto Sierra de Baza: La plaga de a procesionaria afecta de nuevo a la Sierra de Baza

Muy buenas!! Empezamos el año de la mejor manera, posteando desde Proyecto Sierra de Baza! E este caso las noticias que nos llegan no son buenas. El Parque Natural está sufriendo una inmensa plaga de procesionarias que amenaza como en 2009-10 con arrasar pinares enteros. Otros espacios naturales como Sierra Nevada y Almijara también sufren este problema. Esperamos que este post de nuestros amigos en Baza os proporciones una visión clara de esta situación. Un abrazo y feliz año 2015!

LA PLAGA DE LA PROCESIONARIA AFECTA DE NUEVO A LA SIERRA DE BAZA

Son en torno a las 10.000 hectáreas las dañadas

Pinos afectados por la procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza. Noviembre-2014

© Proyecto Sierra de Baza

Si en el invierno 2009/2010 se detectó una virulenta plaga de procesionaria en el Parque Natural Sierra de Baza, que afectó a una superficie entre 15.000 y 20.00 has., lo que eras algo sin precedentes históricos, y que se consideraba estaba fundamentalmente propiciado por las altas temperaturas que vivieron ese otoño, en el que se contabilizó una subida de las temperaturas medias superior a los 6º C, lo que puso de manifiesto en la aceleración del ciclo biológico de la oruga, de modo que siendo normal que se produzcan las procesiones de enterramiento a partir de mediados de enero, este año ya se estaban produciendo desde noviembre, lo que es un radical cambio en la fonología de la especie, que se indicaba había sorprendido a todos los técnicos, no solo por su magnitud y virulencia, sino particularmente por la aceleración del ciclo biológico detectado en la oruga defoliadora, que se manifestó con gran voracidad, de modo que estaba comiendo tanto en el día como en la noche, con los resultados apreciados de dejar desfoliadas amplias zonas de pinares del Parque, que presentaban un aspecto desolador, como si sus árboles hubieran sufrido un incendio.

Este año la situación marcha camino de repetirse y son ya en torno a las 10.000 las hectáreas afectadas por esta plaga que es particularmente visible desde el recorrido por la carretera de Caniles a Escúllar, también en las inmediaciones de la aldea de El Tesorero, en la zona silicícola del parque así como en todas la cuenca de los ríos Uclías y Moras, aunque la plaga se extiende y ha llegado a afectar a la zona de pinos oromediterráneos del macizo central, donde se localiza la más significativa población de pinos oromediterráneos autóctonos de este espacio protegido, habiendo podido comprobar cómo la procesionaria está presente en esta zona, de un modo muy significativo y dañino, afectando a un número muy elevado de ejemplares.

La plaga ha llegado a la zona de pino oromediterráneo

Pinos de la zona de pinar oromediterráneo afectados por la procesionaria. Noviembre-2014

El dato nos ha preocupado, no solo por la magnitud que parece está tomando la plaga en la zona, y que se une a otras zonas detectadas en pasados años, con un total de afección en distinto grado entorno a las 10.000 ha. si no particularmente por afectar a los pinos más emblemáticos de este espacio protegido y no ser normal que la plaga de la procesionaria se presente a cotas altitudinales tan altas, lo que se interpreta ha sido favorecido por las altas temperaturas que se han registrado este otoño, en el que prácticamente han estado ausentes las heladas.

Proyecto Sierra de Baza ha tenido conocimiento de cómo esta dañina plaga de procesionaria ha llegado, incluso, a afectar a los operarios que trabajan en labores silvícolas en este Parque Natural, habiendo precisado asistencia médica algunos de ellos, lo que denota la gravedad de la situación, por lo que esperamos y deseamos que se afronten esta situación sin demora, antes de que pueda ser tarde, ya que en la última gran plaga (la del invierno 2009/2010) cuando se quiso actuar ya fue tarde y las orugas estaban enterradas bajo tierra en la fase de metamorfosis que pasa enterrada la crisálida, con lo que posiblemente estemos ante un resurgir de esta plaga, ya que la crisálida puede permanecer enterrada, en diapausa, a la espera de unas condiciones óptimas, como las que ahora se han producido, durante años.

La ecología de la procesionaria del pino

Orugas de procesionaria en su característica marcha en procesión, de dónde toma el nombre popular

La procesionaria del pino produce importantes daños en las coníferas, especialmente en los pinos, aunque también ataca a cedros y abetos. Debe su nombre popular de «procesionaria» a que la oruga defoliadora que ocasiona esta plaga, perteneciente a la especie Thaumetopoea pityocampa, y que es la fase de oruga de una mariposa nocturna o polilla, que se desplaza en grupo de forma alineada, a modo de procesión, un lepidóptero típicamente mediterráneo, y en algunas zonas de Alemania, Suiza, Hungría y Bulgaria. En España puede localizarse por toda la Península y en Baleares. Las orugas nacen entre mediados de septiembre y mediados de octubre, a los 30 ó 40 días de la puesta por la mariposa. Construyendo las orugas unos llamativos nidos o bolsones de seda que les sirven de refugio para pasar los fríos del otoño e invierno, en los que se refugian agrupadas de forma social.

Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de procesionaria; se entierra, entre 15-25 cm. de profundidad y crisálida dentro de un capullo, momento en que puede soportar temperaturas muy bajas, para surgir en verano las mariposas, aunque pueden entrar en diapausa y permanecer latentes varios años, a la espera de unas condiciones favorables, tras lo que aparecerán ya transformadas en mariposas (una polilla) la que se apareará dando comienzo a un nuevo ciclo, con la puesta de huevos en bolsas protegidas en su planta nutricia (las acículas de los pinos).

El PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN DEL PARQUE NATURAL SIERRA DE BAZA, destaca en su apartado 3.1.7, relativo a  los criterios de gestión para la conservación de los recursos naturales y culturales, como “Se emplearán preferentemente técnicas de control integrado y lucha biológica contra las distintas plagas forestales”. 

Los depredadores más efectivos de la procesionaria del pino son los carboneros y los herrerillos, dos aves insectívoras especialmente voraces con estas orugas. Aves insectívoras como los carboneros, herrerillos, el zorzal charlo, mirlos y abubillas, son grandes consumidoras de esta oruga. Por lo que una medida muy eficaz para mantener controlada esta plaga es favorecer la presencia de estas aves insectívoras. Las orugas de la procesionaria del pino también son atacadas por hormigas, cigarras, avispas y diversos parásitos (algunos dípteros e himenópteros). Lo que pone en evidencia que cuando se dispara esta plaga es porque se ha roto el equilibrio natural.

Algunas actuaciones que pueden llevarse a cabo de forma individual sobre esta plaga son las eliminar los bolsones de procesionaria manualmente, teniendo especial cuidado de no cortar los que están en las guías terminales, ya que pueden dañarse éstas y sería peor el remedio que la enfermedad. Posteriormente los nidos se queman o se trituran pasando el pie sobre ellos varias veces. Otros medios efectivos son los de romper los bolsones, en el caso de que la altura del arbolado no permita cortarlos, los bolsones pueden romperse con una rama o palo, para que las orugas mueran con el frío del invierno al carecer de la protección. Esto es mejor hacerlo por la tarde, para que no les dé tiempo a las orugas a rehacer el bolsón, de modo que morirán de frío por la noche.

De nuevo Proyecto Sierra de Baza nos mantiene informados de temas importantes. La procesionaria causa enormes desastres entre los pinares causando drásticos efectos sobre el resto del ecosistema. Además, los efectos sobre animales y personas no son menos nocivos causando graves irritaciones e incluso daños en órganos y apéndices. Cualquier ayuda y colaboración es bienvenida, apoyar esta causa es de vital importancia para conservar la salud de este espectacular espacio protegido. Un saludo!

Ríos y Arroyos de Alhendín 01.05.14 Parte II

Buenas de nuevo! Como comentamos en la primera parte, los cauces del municipio de Alhendín constituyen todo una red cuya potencia ambiental podría ser muy significativa…en consecuencia, como con todo, es preferible relegarla a ‘un estorbo que me hace construir puentes en mi bella carretera’. Y es así, la situación es la de ver relegados los arroyos a meros estorbos dentro del municipio en lugar de como fuentes de vida. No estamos de agua y ambientes naturales sobrados como para hacer esto, así que deberíamos ponerlos en valor.

En parte, esta segunda tanda habla más bien de eso, de cómo revalorizar y hacer un uso sostenible de dichos cauces. El problema es que deberíamos hacerlo por su propio valor ecológico y no por que nos vayan a dar utilidad, pero algo es algo.

Prosigamos pues. Siguiendo nuestra ruta, antes de salir de pueblo, nuevamente en un área industrial, encontramos el siguiente arroyo, el de las Andás.

Arroyo Andás

Arroyo Andás

En su correspondiente cruce con la carretera en forma de viaducto entra también su afluente, el barranco del Juncal. Este arroyo tiene una buena historia. Como todos los demás, se encuentra en zona de naves y negocios, con lo cual se ha visto confinado al espacio que sobraba entre los mismos, pero al tener una de sus orillas libre de construcciones, su vegetación ha prosperado. Ahora bien, han prosperado carrizos y cañaverales de forma incontrolada ante la ausencia de árboles, lo cual más bien ha creado una jungla antes de su paso por la carretera. Tras el mismo llega la adaptación. Dado que nuevamente una de las orillas no estaba pared con pared con urbanizaciones o naves, la ha ‘restaurado’. El proyecto data de finales de los noventa y no es mala idea: carril de tierra amplio entre las acequias y el cauce del río, línea de chopos delimitando, grandes rocas para definir los bordes del cauce… Cuando se trata de uso recreativo se usa un poco más la imaginación. No es la mejor restauración, pero al menos garantiza un uso público decente y cierta protección.

Tras la carretera pues, se convierte el arroyo de Andás en un simpático curso con algunas zonas de remanso, pequeñas cascadillas y frondosa vegetación algo más diversa que su ‘alter ego’ pre-carretera. Nuevamente con un poco de inversión en el medio se consigue una zona con cierta diversidad, avifauna cantarina en incluso un proyecto de hábitat para anfibios y reptiles. No todo es malo. Algo es Algo. Por su parte, el barranco del Juncal no corre igual suerte hasta que se llega a unir con el Andás, dando honor a su nombre con juncales y carrizales descontrolados y dando más imagen de río enfermo.

Araña saltarina (Phlegra bresnieri)

Paseo restaurado del arroyo

Podría pensarse que está asalvajado por condición natural, pero lo normal es que hubiera cierto bosquete de galería o al menos matorral; pero en todo caso, debería haber más diversidad vegetal y menos atolladero que, a la larga, puede producir problemas de inundación o filtraciones. Pero será culpa nuestra y digo bien, ya que su estado de conservación actual es fruto de retirar los matorrales de ribera que un día hubo así como de confinar el cauce en pro de la urbanización y el ‘desarrollo’. Quizás vaya siendo hora de aprender a interpretar el medio y corregir errores del pasado. Podría ser mejor zona de uso público y tener un gran potencial ambiental.

Cola de caballo (Equisetum arvense)

Adaptación de los márgenes a la entrada al pueblo

Amapola silvestre (Papaver rhoeas)

Muraje o pimpinela escarlata (Anagallis arvense var. arvensis)

Muraje o pimpinela escarlata (Anagallis arvense var. caerulea)

Por último, me gustaría analizar el conjunto de barrancos y arroyos que llegan al conformar el segundo cauce por importancia de Alhendín, el arroyo del Tarajal. Para ello, tomaremos la N-323, pero también nos desviaremos siguiendo su cauce y devenir de afluentes nuevamente por otra carretera, la A-385. Una vez dejado atrás el pueblo, queda mucho por no decir todo el término de Alhendín, que limita hasta con diez términos municipales por su forma alargada. En estas tierras fértiles de la vega alhendinense vecinas de las tierras salinas y yesíferas de La Malahá y Escúzar, se encuentra una de las tierras más fértiles y explotadas de la Vega Sur.

Sierra Nevada desde los campos de secano

Esta circunstancia se da por el confluir de diversos arroyos y barrancos. Así pues, sobre el arroyo de Marchalejo, el más cercano al pueblo, van vertiendo sus aguas el barranco de Diezma, el de León y por último el arroyo Churchillos. Es curioso que los barrancos son de media más caudalosos que el arroyo y tienen más cubeta de río, pero son más intermitentes. No todo es cantidad de agua sino también continuidad. De tal modo, tras esta línea de afluentes en medio de los campos de secano, tras la unión del citado arroyo Churchillos la corriente del Marchalejo, este pasa a llamarse arroyo del Tarajal y completar su mejor versión poco antes de llegar a la Malahá, donde tras juntarse con otros arroyos pasará a ser el afamado arroyo río del Salado, otra historia que contaremos.

Bosque de galería del arroyo Marchalejo

A lo largo de todo el camino y revueltas de arroyo entre los campos de secano, tanto él como sus afluentes conservan con ahínco bajo el duro sol una buena cantidad de bosque ribereño, matorral y cierta pradera natural. El problema es que por captación, industrial y agrícolas aguar arribe, normalmente van secos incluso en deshielo…Es curioso que en la única zona de cultivos que no necesita riego sea donde vaya seco el cauce. Eso no quita que al pasear por lecho seco se pueda ver que la vegetación está esplendorosa y viva gracias a la corriente freática subterránea que, pese a todo, no debe estar muy profunda para mantener en tan buen estado frenos, chopos y tarajes; con toda esta vegetación es fácil ver aves, madrigueras, nidos…, es un ligar rico y diverso. Llegué a ver algunas lagartijas entre las piedras y varios restos de presa tanto de aves rapaces (nocturnas como las lechuzas y diurnas como cernícalos) como de predadores mamíferos (quizás algún zorro, gineta o turón). La hermosura del paisaje se apena por no ver agua corriendo, pero la brisa del cauce y la humedad del mismo, que contrasta mucho con los campos de cultivo por los que se accede, hacen de fantasma de lo que fue. Casi, pero no, pero es algo.

Esa es la sensación general, casi, pero no. Alhendín es una tierra rica pero, salvo contadas ocasiones, lo olvida en detrimento de sus cauces. Estos tienen mucho potencial, no sólo recreativo, sino para servir de sitios de anidamiento y cría, refugios y sobre todo, conexiones para que la fauna y la flora, tan mermada por la agricultura y otros usos, pueda mantener el tipo, no quedarse asilada y favorecer así su persistencia. Los alhendinenses tienen complejo de no tener casi naturaleza a la que acudir en su municipio, pero mucha la han dejado bajo el hormigón. Quizás vaya siendo hora de ponerla en valor, recuperarla y disfrutarla hoy y en el futuro. Muchas son zonas pequeñas, otras cruzan y riegan todo el municipio, todas merecen respeto y cuidado. Quizás sea el momento de verlo.

 

Bien, y hasta aquí el camino…, aunque realmente no. En cada camino de cada uno de nuestros pueblos hay carteles marrones que nos indican que río, arroyo o barranco cruzamos en ese momento. Quizás sea hora de darles más importancia que como mero observador del camino. Puede ser el momento de que aprendamos a respetar y cuidar lo que nos queda, porque aún nos queda. No esperemos a ver que los cauces de nuestros pueblos sólo sean carteles marrones en una carretera. El cambio empieza por cada uno de nosotros.

Sed felices y cuidad el medio!

Parte I

Video

Lo mejor: Retales de bosques de ribera, cauces recuperados y uso público.

Lo peor: Confinamiento y detrimento, desecación, pérdida de biodiversidad por abandono.

Más info:

http://waste.ideal.es/riodilar.htm

http://www.emasagra.es/ESP/834.asp

http://es.wikipedia.org/wiki/Arroyo_de_Las_Andas

http://www.aproteco.com/entornosur/rut_t/rut_t_alh01.htm

http://www.granadahoy.com/article/granada/913301/seprona/certifica/vpo/frai/se/hicieron/sobre/barranco.html

http://www.alhendin.org/3_0.asp

 

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