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Amenaza para el humedal de El Baico

Lagunas del Padul I

Uno de los parajes más ricos e interesantes de toda la provincia corresponde con uno de mis humedales favoritos, el sistema de lagunas del Padul.

Panorámica de la Laguna Grande del Padul

El sistema lagunar corresponde a una cuenca de turbera pantanosa a los pies de Sierra Nevada y actualmente forma parte del Espacio Natural Sierra Nevada, con lo que goza de cierta protección ambiental. Sin embargo, no se encuentra ni mucho menos exenta de peligros y amenazas, si bien es cierto que desde finales de los 90 se está imponiendo una lógica ambiental y sociocultural que llamaba a gritos a las puertas de las administraciones publicas. Poco a poco la laguna recupera su área de extensión y sus ecosistemas colindantes, pero acaece aún de las explotaciones de minería de turba que en tan alto riesgo de desaparición las pusieron. De hecho, los derechos de explotación siguen vigentes y afectando al devenir de las lagunas más meridionales; lo bueno es que la prerrogativa ambiental tiene más visos de imponerse que antaño así que esperamos que año a año se vaya recuperando terreno y solucionando daños e impactos de un pasado con mentalidad menos ecológica.

Panorámica de un charcal inundado este año 2014 cerca de la Laguna Agia

Así las cosas, tenemos que hablar de dos grupos de lagunas en el sistema lagunar: las lagunas y charcas del Agia y la laguna Grande del Padul. Las primeras son las que actualmente se encuentran impactadas por la extracción de turba; el segundo subsistema incluye la laguna de mayor extensión y numerosas charcas, fuentes y surgencias. Entre ambos conjuntos y saliendo de los mismos, las madres, zanjas de sangrado y drenaje que en un principio buscaban desecar la zona para uso agrícola y minero, así como para reducir el impacto producido en la salud por el paludismo, transmitido por mosquitos que se daban en plaga a lo largo del sistema y que llegaron a causar grandes estragos. Hoy día, estas madres son más bien canales de flujo para riego o incluso pasillos-corredores entre zonas desecadas o fuertemente impactadas.

Panorámica de una de las Lagunillas de la Laguna Agia

No son pues las madres los principales impactos, y no sólo la extracción de turba perturba la superficie y el bienestar de este ecosistema poco común en la provincia y tan rico en biodiversidad. Hoy en día hay que hacer especial hincapié en el impacto que provocan las lineas de alta tensión sobre la avifauna, y el que producen las especies alóctonas introducidas en la laguna, como las carpas o las tortugas de florida, sobre peces, reptiles y anfibios. Muchas asociaciones ecologistas y voluntariado como la Estación Ornitológica del Padul o AGNADEN, luchan para dar a conocer la biodiversidad local y protegerla contra las amenazas citadas, tanto desde la educación ambiental como desde la actuación sobre el medio y los espacios de este ecosistema.

Ranas en el estanque frente al Centro de Visitantes ‘El Aguadero’

Este espacio lagunar junto con el de la Charca de Suárez en Motril, son ya los únicos reductos para cientos de especies de aves en tránsito, de paso o residentes que ven como, salvo por algunos embalses algo naturalizados, se quedan sin lugares adecuados para su descanso y supervivencia en la provincia. Algunos como el Humedal del Baico en Baza, o las Lagunas de Albolote, son ya únicamente reductos, sueños efímeros muy dependientes de años de exceso de lluvias para cumplir su función de ecosistema para avifauna. Los múltiples ecosistemas que ofrece el Padul dan lugar a que puedan avistarse multitud de tipos difrentes de aves (carriceras, de juncales, de montaña, de ribera…). El problema de las aves es más acentuado si cabe si nos paramos más profundamente a pensar en los anfibios. Algunos como el gallipato (Pleutodeltes walt) ya sólo sobreviven en algunas lagunas montañosas de Loja como el Charco del Negro y en alguna de la charcas y lagunas entre ellas las del Padul. Para otras tantas especies de anfibios, todas ellas muy amenazadas por falta de hábitats, contaminación y cambio climático, tienen en el Padul uno de sus últimos reductos de agua y ambientes protegidos. Yendo más allá, muchas especies de reptiles y mamíferos encuentran protección en sus bosques de ribera y la multitud de ecosistemas que rodean las lagunas, como carrizales y pastizales. Tanto es así que se estima que, si no ha llegado ya, pronto puedan darse poblaciones estables de nutrias en las lagunas y aledaños. La buena labor de conservación y gestión podría lograr tal hito en breve, algo muy trascendental sabiendo de la exigencia de estos animalillos y otros tantos como ginetas y zorros, y multitud de tipos de ofibios (serpientes) en lo que a un ambiente muy cuidado se refiere. Por último, sería un error olvidarse de la rica entomofauna representada por cientos de variedades de mariposas, libélulas, abejas y demás insectos beneficiosos más allá de los, en otra época, temidos y mal gestionados, mosquitos.

Focha cornuda y cormorán

Ánades

Como podéis ver, las lagunas del Padul esconden cientos de secretos y multitud de seres vivos que merecen ser protegidos y preservados para futuras generaciones. Esta labor depende de todos nosotros y como aporte, trataré de ir desgranando sus tesoros post a post. Un fuerte abrazo.

Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)

 

 

Río Castril (Castril) 02.11.13

Nacimiento del Río Castril

Muy buenas de nuevo!

Mi perrita Zooey explorando los karsts

Río Castril

Volvemos a la carga con una de las visitas que más ganas tenía de realizar: Castril. Este pueblo del norte de Granada es la puerta al Parque Natural del Castril, colindante y vecino del afamado Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, a quien no tiene nada que envidiar ni en biodiversidad ni en paisajes. Castril es una de mis zonas favoritas porque se enclava en terreno calizo y, por si no lo habíais notado, me encanta. Pero no me encanta por cualquier razón, sino porque los karst y demás formaciones dolomíticas dan lugar a algunos de los paisajes más extraños y hermosos de la naturaleza, seleccionan una flora muy particular y crean cientos de ecosistemas y hábitats extremadamente curiosos…, pues bien, Castril reúne mucho de todo lo que menciono. Es un paraíso de formas, agua y vida. Por desgracia sufre mucha presión humana desde muchos frentes y a muchos niveles…considero poco su catalogación como Parque Natural. La conservación de toda la zona incluyendo Cazorla, Segura y las Villas como Parque Nacional debería empezar a contemplarse al menos. Se verá.

Captaciones y retenciones del río Castril

En fin, comenzamos nuestra aventurilla realizando la ruta del nacimiento del río Castril…Bueno, mejor dicho, hacemos de aventureros para llegar a la zona de partida de los senderos ya que tenemos que sortear un carril de tierra que, por muy bien que esté conservado, pone las cosas difíciles. Consejo: no lavar el coche poco antes de la excursión porque va a quedar hecho una pena. Otro consejo: paciencia para no cargarse el coche. Otro más: llegar temprano ya que el ‘aparcamiento’ es escaso y a los dueños de la finca colindante no les agrada que invadan su zona…eso sí, son muy apañados y te indicarán bien cómo ir a los senderos y cómo salir de su propiedad (XD). Si aun así os perdéis, hay muy buena señalización con paneles y guías de madera para cada ruta y por dificultad. Bueeeno…una vez empezamos a andar, nos encontramos con un río lleno de vida y con orillas bastante espesas, pero con claros que permiten acercarse al cauce y disfrutar del sonido y la visión del agua corriendo. No tiene precio. Pero también vemos algunos de los golpes del ser humano en forma de canalización, captaciones y represas. Recuerdo que la excursión es por el NACIMIENTO…desde que nace ya está bastante controlado. A parte, a poco que leáis sobre el tema, veréis también que está bastante mal gestionado su uso…Como joder sabemos, jodamos. Al menos el río es un campeón y mantienen una rivera preciosa y un paisaje impresionante.


De cualquier manera el paseo es increíblemente hermoso y lleno de sorpresas, además de muy sencillo y con poca dificultad. Disfrutad de las panorámicas. A lo largo de la ruta podréis ver señalizados muchos senderos a parte de la ruta del nacimiento que también son muy interesantes amén de más duras, probadlas. De cualquier manera, muchas de ellas os llevarán antes o después a pasar por el nacimiento del río. Para llegar al mismo, deberéis realizar la parte más ‘dura’ del recorrido empezando la parte más caliza del recorrido y, por tanto, más rocosa y rica en paisaje y momentos inesperados. Una vez empecéis la escalada empezaréis a ver los caños y surgencias que forman el nacimiento del río Castril. Se trata de una serie de emanaciones casi de la misma piedra que forman cascadas y rellanos llenos de vegetación rocosa en la que predominan hepáticas y musgos. Dentro de lo por arbóreo del entorno fuera de la ribera, esta pequeña zona encañonada es como un vergel en el desierto.

Caños y surgencias en el nacimiento del río Castril

Pero no os quedéis ahí, los picos que rodean y forman una especie de caldera, más allá de las rocas del nacimiento, son el verdadero origen del río. Sin embargo, por las condiciones propias de un terreno kárstico como este (lo reconozco, me encanta este tipo de terrenos). Por periodos esta dolina se encuentra habitualmente no inundada. Pese a todo, acercaos porque merece la pena ver cómo se nota que la zona es frondosa en plantas ya que el nivel freático (profundidad a la que se encuentra el agua bajo el suelo) está muy cerca de la superficie. El juego de luces y sombras y las formas imposibles labradas en la roca, así como los extraños parajes abruptos en los que a veces nos sorprenden encinas y otros árboles y arbustos más riparios (de bosque de ribera) hacen de este un lugar perfecto para pasar un rato descansando antes de volver. Si os animáis a seguir las rutas más complejas llegaréis a ver un tejo milenario y podréis ver todo el paraje casi cresteando la formación de la sierra, todo un lujo. Entre los animales que podéis encontrar, tratad de dar con las distintas mariposas, muy abundantes y diferentes, así como muchos saltamontes y muchos tipos de abejas y abejorros, amén de muchos más insectos…¡el paraíso de los entomólogos! En serio, lo disfrutaréis por lo fáciles de encontrar que son a lo largo de todo el paraje y los distintos tipos de roquedos y matorrales. Os dejo un vídeo de un matorral repleto de muchos tipos de mariposas que encontramos. Pero no os procupéis los pajareros, como bien sabéis, los karst son buenísimas zonas de observación así que…no tengo que decir más jeje


Abejorro común (Bombus terrestris)

Pero no penséis que este es el final. Para acabar el día, nada mejor que acercaros al pueblo de Castril y sigáis la senda del río por sus calles y lleguéis hasta las pasarelas del cañón. Este paraje de pasarelas permite disfrutar de una experiencia muy enriquecedora ya que normalmente no podemos disfrutar de un cañón casi a vista de pájaro. Vistas, biodiversidad…todo cambia desde la pasarela. Desde luego tomaréis más de una buena instantánea y descuidad, su estado es inmejorable así que no temáis por si os caéis. No os perdáis esta experiencia por el miedo a la altura ya que pocas veces podemos ver escenas tan impresionantes de una forma tan bien integrada en el medio.

Pasarelas sobre el cañón del río Castril

Lo dicho, primera toma de contacto con Cástril, su sierra y su río. Será la primera de otras tantas y espero que os animéis a acercaros. Nos vemos pronto con más humedales!

Lo mejor: pasarelas, paisaje kárstico, surgencias del nacimiento, rutas y señalización
Lo peor: enorme presión humana, captaciones excesivas

Para más información:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/resultadoPublicacionesEUPAction.do?tipo=EN&idEspacio=7342

Haz clic para acceder a 29397.pdf

http://www.riocastril.com/
http://www.iagua.es/noticias/planificacion/13/09/17/la-plataforma-por-la-defensa-del-rio-castril-recurre-el-plan-hidrologico-del-guadalquivir-36688

Charco del Negro – Lagunas de Sierra de Loja (Loja) 13.04.13

Panorámica del Charco del Negro

Hola de Nuevo! Hacía tiempo que no incluía en mis fines de semana una pequeña ruta para mejorar el blog, pero no hay mejor forma de volver que con una zona tan única y llena de sorpresas como el Charco del Negro.

Charco subsidiario de la dolina del Charco del Negro

Lili y Zooey posando frente al Charco del Negro

Un momento para aclarar conceptos:

Karst o kárstico– Con el nombre de karst (de Karst nombre alemán de la región eslovena de Carso), relieve kárstico, carst o carso se conoce a una forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etc., compuestas por minerales solubles en agua. Los hay muy conocidos en el sur de España como el Karst de Sorbas en Almería o el Torcal de Antequera en Málaga.

Macrófito– Son aquellas plantas vasculares y no vasculares que viven ecosistemas acuáticos o muy ligadas a sus zonas de encharcamiento y/o inundación. Generalmente se entiende que son esas plantas que llamamos ‘algas’ dentro de los humedales, pero si nos paramos a mirarlas, podemos ver que algunas producen flores en la superficie del agua, otras crecen formando flotando sobre el agua, pueden formar filamentos en sus orillas, tienen hojas y tallos, etc. Así pues, se consideran macrófitos a las plantas que crecen ligadas a las capas de agua dulce, bien bajo ellas, bien sobre ellas, bien entre ellas y la zona de tierra que encharcan. Algunos ejemplos de nuestra tierra son las lentejas de agua, carrizos, ranúnculos, nenúfares

Macrófitos

Continuamos. La gracia de hacer una visita por estos lares a los que sólo se llega por caminos de tierra, a parte de su encanto (por descontado), es la posibilidad única de poder hacer un safari fotográfico de anfibios. Si, como me ocurre a mi, tenéis especial debilidad por este tipo de bichos estáis de muy enhorabuena ya que tanto en este charco como en el resto de lagunas de la Sierra de Loja (que pronto visitaremos), podréis disfrutar de una variedad enorme: desde el sapo partero hasta la ranita perezzi,  pasando por el escurridizo tritón, podemos encontrar casi cualquier familia de estos pringosetes y entrañables animalejos. Pero ojo, la mayoría está sometida a mucha presión por contaminación, reducción de hábitat y áreas de reproducción e incluso por caza furtiva, venenos y cambio climático…Por mucho menos busco yo nuevo vecindario, pero ahí están, aguantando. Por ello os pido que conozcáis, fotografiéis y los disfrutéis, pero evitad molestarlos o tratar de tocarlos, son muy sensibles y no hace falta dárselas de ‘Frank de la jungla’ para pasar un buen día de anfibios (o cualquier otro bicho). Para coronar y haceros la boca agua, he dejado para el comentario final la clave de este enclave: Pleurodeles walt, o lo que es lo mismo, el gallipato. Este animaillo precioso y muchas veces vinculado a la magia y el exoterismo, encuentra en estos parajes uno de sus últimos reductos. Con un poco de sigilo y un día sin viento podéis ver por la vertiente sur-sureste del charco (donde está construida la cubeta de contención) y entre los macrófitos, una población excelente. En este punto entra en juego el papel crucial del afloramiento subsidiario, ya que permite expandir de forma temporal las zonas de cría tanto de gallipatos como de todos los demás anfibios, lo que aumenta sus probabilidades de supervivencia, ahí es poco. Y parecía la hermana fea del cuento. En mi visita llegué a contar hasta 15 adultos de buen tamaño. Merece la pena.

Gallipato (Pleurodeltes walt)

Gallipatos entre los macrófitos del Chacro

Nota: con más suerte también podéis verlos en las lagunas de Albolote y en las del Padul.

Sin embargo no sólo de gallipato vive el GeAfilo (palabrota que define a los seguidores de este blog XD), y eso que es una joya. Por eso, también he de deciros que es una zona muy buena para observar aves como pequeños paseriformes e incluso roqueros y buitres con algo de suerte. Todo el intrincado kárstico favorece huecos, oquedades, agujeros, cortados y demás abruptos rasgos geológicos donde anidar, cazar y reproducirse. Es el lugar ideal para aquellos ver pequeños plumíferos que llamamos paseriformes. Entre otros, Lili, Zooey y yo pudimos ver mientras serpenteábamos para acceder al Charco algunas como la cojugada común (Galerida cristata) o  la collalba rubia (Oenanthe hispanica).

Cojugada común (Galerida cristata)

Collalba rubia (Oenanthe hispanica)

Por otra parte, pese a su imagen de ‘monte pelao’, merece la pena darse una vuelta descubriendo las distintas series de vegetación de esta sierra así como las distintas especies que rodean el Charco del Negro. De esta forma, aunque no veremos muchos árboles, veremos ejemplares de con porte de crecimiento matorral perfectamente adaptados a los potentes vientos de la zona (os costará daros cuenta de que son encinas chaparras y quejigos, pero echadle imaginación). Estos individuos son todo un tesoro, tanto por su adaptación como por su papel fundamental como hitos y refugios para los animales de la zona (no todo va a ser corretear con la cara al viento). Sin embargo, serán mucho más abundantes los matorrales bajos de genista y retama, así como las formaciones de tomillo y salvia; todos ellos propician la vida lagartijuna y de pequeños mamíferos roedores, los cuales o vais por la noche y le echáis paciencia o, directamente, me creéis ciegamente y sois felices durmiendo sobre colchón (entre el viento y lo rocoso del terreno no se si esta zona merece mucho la pena, pero se comenta que se pueden ver bien musarañas corretear por entre las quebradas del krast…psss, secreto eh?). Quiero centrar la atención en que si vais en primavera (a parte de no tener mucho problema de alergia gracias a la altura, lo que nunca está de más) podréis ver muchos tipos de flores adaptadas a esta regiones calizas a cual más bonita. Otro tipo de safari fotográfico con objetivos más fáciles (no se mueven), así que enfocad bien y disfrutad de la variedad de formas y colores que la Sierra de Loja y las inmediaciones del Charco del Negro os ofrecen.

Por contra, no podemos olvidar que lo idílico muchas veces no lo es tanto y si, tenemos que hablar de cosas serias también en este paraje. Este charco ha soportado a lo largo de los últimas décadas adecuaciones de la cubeta y reexcavación de sus fondos, lo cual alteró mucho la flora macrófita y degradó, por tanto, el delicado ecosistema. por otra parte, la ganadería es muy frecuente en la zona y solía provocar problemas de nitrificación/eutrofización en los dos afloramientos, pero últimamente el uso de abrevadero y pastoreo se regula mejor y se trata de preservar la zona. Pese a ello, la presión ganadera es enorme y veréis varios rebaños de ovejas y naves de  cría por los alrededores. El problema de la nitrificción es que en un sistema tan oligotrófico (el agua no tiene casi minerales disueltos por la propia condición del karst) que incrementos leves de nitrógeno pueden desequilibrar la zona haciendo crecer más de lo debido los macrófitos, y esto afectar a los anfibios (muy delicado todo). Por otra parte, la cantidad de mosquitos se multiplica y, a parte de generar problemas de salud, no aportan nada; deberían estar muy controlados para evitar transmisión de enfermedades entre animales salvajes y de granja y viceversa. Por esto, podemos ver que no hay problema pequeño ni aislado en el ecosistema, y menos en uno tan delicado. No pasa desapercibido si sabes cómo mirar.

Estos problemas son más o menos controlables, sin embargo, los siguientes son un poco más peliagudos. Por una parte, en los alrededores hay varias zonas de extracción de áridos (calcitas, mármol)  y eso siempre inquieta porque nunca se sabe hasta dónde cavarán, cuanto polvo levantarán ni cómo afectará a las zonas geológicas cercanas, pero de momento, las zonas lacustres están específicamente protegidas frente a ellas, y eso pese a ser zonas muy golosas para la extracción. Crucemos los dedos. Por otra parte, se ha establecido un gran parque eólico en el entorno que a parte de generar energía limpia, genera mucho ruido. Para los anfibios no es gran problema, pero si hablamos de pájaros, todos sabemos que no es bueno. Dado que el viento y sus corrientes condicionan sus vuelos, estos aparatos pueden ser algo conflictivos. Personalmente creo que hay muchos otros sitios mejores que un paraje delicado y ‘protegido’ (zona LIC). No se, lo mismo soy muy ecofanático. Lo mismo, no.

Además de visitas naturales, podemos aprovechar para encaramarnos a la madre montaña haciendo escaladas por varias rutas cercanas. Si preferimos andar sobre firme horizontal, existen rutas de senderismo bien señalizadas, con paneles indicativos e informativos en buen estado y muy útiles, pero no olvidéis respetar la naturaleza y las épocas de cría de las aves. ¡Todo son opciones en esta zona como podéis ver!

Espero haberos convencido. Visitad, conoced y divulgad 🙂

Lo mejor: Gallipato, geología-paisajes, macrófitos.

Lo peor: Mosquitos, ruido de aerogeneradores, socavones de  minería.

Links para ampliar:

http://waste.ideal.es/charcodelnegro.html

Haz clic para acceder a charco_del_negro_ficha.pdf

Balsas de Huéneja – Huéneja (09.12.12)

Buenas gente!! Volvemos deseándoos feliz 2013 y cumpliendo la promesa que os dejamos en 2012: Os abrimos una ventanita a las zonas húmedas cercanas a Huéneja.

En su mayoría balsas de riego o pantanetas, no desmerecen la vegetación cultivada o natural que sostienen así como la biodiversidad que atraen. Las balsas de Huéneja son, dentro de una zona muy alterada,  oasis de naturaleza para todos los amantes de rincones poco conocidos y de mucha tranquilidad.

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En torno al núcleo poblacional de Huéneja podemos encontrar una serie de espacios de agua encharcada de las más variopintas modalidades, desde pantanos hasta balsas de riego de diversos tamaños y estacionalidad. La originalidad de estos espacios, en su mayoría fuertemente antropizados (muy modificado para utilidad humana), reside en las pequeñas cosas, los detalles. Y si, es así. La tranquilidad que rodea a estos lugares, el ambiente rural y los inesperados pajarillos con sus armónicas melodías hacen que la experiencia de visitarlos sea encantadora y extremadamente recomendable para todo aquel a quien le cueste desconectar y relajarse.

Ruta de visita: 

Nada más llegar a Huéneja, dentro del propio núcleo urbano…mejor dicho, núcleo rural, encontramos la balsa de San Marcos, un embalsamiento de agua pequeño, rodeado de cultivos anuales y de almendros. Construida en 1691, es una balsa con un doble reloj de sol que controla su llenado y vaciado. Pese a su clara explotación humana, se trata de un ambiente muy naturalizado que incluso conserva en su zona de llenado arbusto-arboleda, matorral ripario (agracejo, zarzas, retamas, efedras, junquillos e incluso pequeños sauces, vamos, plantucas de ribera) e incluso, estacionalmente (dependiendo del llenado-vaciado), podemos ver comunidades de macrófitos (flora acuática) bien conservada, que componen junto con los almendros plantados una serie de reposaderos y sitios de anidamiento para multitud de paseriformes pequeños y preciosos. Aquí tenéis la oportunidad de ver juntos dos tipos de lavanderas en poco espacio: la blanca y la cascadeña.

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Lavandera blanca (Motacilla alba)

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Lavandera cascadeña (Motacilla cinerea)

Aquí algunas imágenes más generales de la balsa:

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Balsa de San Marcos

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Saliendo del pueblo en dirección a Sierra Nevada, en poco tiempo llegaremos a la Balsa de Isfalada o Huéneja, represa nuevamente orientada al regadío pero mucho más grande y naturalizada, lo que siempre permite más posibilidades de disfrutar de la biodiversidad del medio. Se nutre del río con el que comparte el nombre así como del barranco de la Lobera y tiene como escaparate una panorámica preciosa de la sierra con una cubierta tupida de pinares y encinares.

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Disfrutar con tranquilidad de este ambiente es calidad de vida. El sonido de la escorrentía y de los pajarillos es cautivador, y contemplar la flora y los paisajes circundantes merecen la pena. Por desgracia hay muchos desaprensivos que no son capaces de llevarse sus basuras y hacen que los márgenes de la balsa pierdan belleza.

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Dejando esto aparte, cuenta con una buena representación del bosque mediterráneo con multitud de arbustos bien crecidos de agracejo, retamas, etc. También hay  muchas encinas de buen porte. Toda esta vegetación garantiza que los márgenes y lomas que rodean la balsa sean estables y no haya desprendimientos de ladera y erosión, además de ser un hábitat bien recuperado para dar cobijo a muchas especies autóctonas y vulnerables, como es el caso de las rapaces que frecuentemente se pueden ver por la zona y por los cultivares, como el caso de los halcones, fáciles de ver cuando sobrevuelan en estático para divisar sus presas.

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Balsa de Isfalada o Huéneja

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Pajarito

Como veis, pese a lo antropizado, siempre hay detalles que son positivos para el medio ambiente. Bien, seguimos.

Y vamos al no va más. Justo entre el límite de las provincias hermanas de Granada y Almería y nutrido por el barranco que lleva su nombre, encontramos un sitio único para el disfrute de los sentidos, el embalse del Castañar. La masa de agua más grande de los alrededores y la que mejor ha integrado la necesidad humana con el medio.

Y en verdad se ha reducido mucho su impacto pues, pese al evidente  contraefecto que le supone a la madre natura, los alrededores han sido cuidados recuperando especies riparias como los chopos y álamos, y todos los alrededores tienen matorral mediterráneo bien conservado. Sinceramente, si os gustaron las panorámicas anteriores, creo que ésta os gustará más:

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Embalse del Castañar

Los efectos de luz al atardecer son increíbles y con Sierra Nevada al fondo es difícil no hacer un alto y disfrutar. Si además, como nos ocurrió a LiLi, Zooey ya mí, tenéis la suerte de ver alguna de las muchas aves que se acercan a la zona a descansar, mejor que mejor.

En nuestro caso, una pequeña bandada de cormoranes. Eso sí, mucho cuidado si sois de los que sufren con un poco de frío, no recomendable en temporada de invierno porque pela. Os dejo unas imágenes para que valoréis vosotros mismos:

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Para redondear y no dejarnos nada, un par de lugares más (con esto ya acabamos, que sé que me hago pesado XD). Pese a que son muy estacionales y de uso estrictamente humano, quiero destacar las antiguas balsetas de Bigotes y de Valdivia (o del Pozo).

Estrictamente hablando, son cerramientos entre fincas para acumular agua, pero encierran mucho más. Su forma de llenado es edáfica, esto es, por subida del nivel del agua del suelo, y he aquí el detalle. Las construcciones humanas antiguas y tradicionales como ocurre con las acequias de careo y este tipo de balseta, están muy bien pensadas y producen mucho beneficio al medio pese a ser algo menos eficientes que las construcciones modernas: no acumulan tan bien el agua y tienen muchas fugas. Pero, ¿dónde está el beneficio? Pues bien, normalmente, el agua edáfica no surge más que en puntos concretos y de forma muy estacional y breve, pero, al ahondar y cerrar con ladrillo estos alforamientos, y mejorando la canalización de la escorrentía hacia estos puntos, los agricultores y ganaderos tradicionales no sólo se aseguraban más tiempo de agua de reserva, sino que nutrían sin saber de bebederos a mamíferos (como ciervos y zorros que viven por la zona), aves y reptiles, y creaban un entorno perfecto para la reproducción estacional de anfibios.

Además, no sólo ayudan a los regadíos de la zona sino que, incluso sin agua, estas balsetas hacen que se creen puntos húmedos que al menos favorecen praderas y matojales que evitan que el terreno de arado, muy propenso a secarse y perder agua, retenga mejor y sufra menos sequía (esta humedad se evidencia muy bien cuando vemos formaciones y grupitos de setas).

Como veis, algunas veces las actuaciones humanas pueden beneficiar, pero por desgracia, son las construcciones tradicionales que hoy día se pierden, uno de los pocos ejemplos que hay. Estas balsetas aún hoy día son empleadas, pero, como he comentado, no son muy eficientes y no siempre se llenan, pero con algo de suerte (no nuestro caso…esta vez al menos) podréis verlas con agua y vida a su alrededor (la primavera puede ser ideal para verlas).

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Seguramente volvamos con más tiempo y podamos ver más cosillas, pero como podéis ver, hay mucho donde a veces creemos que no hay nada, sobre todo en aquellos lugares donde la acción humana parece aplastar al medio, !la naturaleza se abre camino!

· Lo Mejor: Sitios muy tranquilos y llenos de pequeñas sorpresas.

·Lo Peor: Muy antropizados y sometidos a la presión de la actividad humana.

Más info:

http://huenejareal.blogspot.com.es/2011/05/la-balsa-tal-como-era.html

http://senderosdelmarquesado.blogspot.com.es/2013/01/acequia-de-isfalada-finales-de.html