Foto de la Semana 08.03.15
Foto de la Semana desde el río Camarate, Lugros, vía Mari Fernández (Art. Mary):
Muy buenas!
Hoy me he topado con esta interesante reflexión de un buen amigo, un gran profesional y una mejor persona, Sergio Martín (@). No quería dejar pasar la oportunidad de compartirlo con vosotros y aquí os dejo el reposteo desde iAgua para que le echéis un vistazo. No os dejará indiferentes!
Canalización sostenible de altura
El concepto de “Desarrollo Sostenible” se formalizó en el llamado “Informe Brundtland”, en 1987. Pero el desarrollo sostenible se llevaba a cabo mucho antes y en diferentes localizaciones. Un ejemplo lo tenemos en el macizo montañoso que los árabes llamaban Sulayr, o montaña del sol.
Sierra Nevada ha sido una de las montañas más antropizadas, desde la media montaña hasta las altas cumbres. Famosos son los neveros, que llenaros la sierra de senderos siempre acompañados de sus mulas. Los románticos y naturalistas que veían esta sierra como fuente de inspiración y tesoro botánico. Pero fueron otros, los llamados acequieros, los que de verdad aprovecharon uno de los recursos más valiosos de esta montaña, el agua. Y lo hicieron a través de canalizaciones que recorren Sierra Nevada y transportaban este bien tan preciado hasta donde era requerido.
A partir de los dos mil metros, existe una gran cantidad de agua acumulada en forma de nieve durante varios meses al año, así que Sierra Nevada es como un gran embalse. Estos acequieros aprovecharon de la mejor manera ese agua, y “tejieron” una red de acequias. Pero no unas cualquiera, sino las llamadas acequias de careo, que permiten la infiltración del agua en la montaña a través de “calaeros” o simas, para que posteriormente nutra a un manantial. Algunos de ellos se pueden encontrar a más de mil metros de desnivel, y pueden ser utilizados para regar los cultivos o volver a canalizar el agua surgente en una acequia de riego.
Si indagamos un poco más en estas infraestructuras, nos daremos cuenta de que estos acequieros, de los que no se sabe muy bien el origen, si fue romano o hispanomusulmán, tenían un gran conocimiento de Sierra Nevada y su geomorfología. De esta manera, sabían qué materiales utilizar para su construcción, que lugares eran más permeables y por donde debían de canalizar este agua. Con todos estos conocimientos convirtieron Sierra Nevada en un embalse, de la forma más sostenible posible.
Estos canalizadores, utilizaban materiales del propio terreno. Las altas cumbres están formadas por materiales silíceos, como pizarras, esquistos o filitas. Estas “lajas” eran utilizadas para la construcción de la acequias, y utilizando diferentes técnicas, los acequieros hacían la base de una manera distinta, según la velocidad y la impermeabilización que se buscara en cada tramo. Estos mismos materiales se han utilizado posteriormente para la construcción de cortijos en toda Sierra Nevada, y también constituían la “launa”, que se utilizaba para impermeabilizar los techos en las construcciones alpujarreñas. Junto a las acequias se encuentran además los caminos de los acequieros, que discurren paralelamente a ellas. Existe el hecho de que se construían en una ladera, ya que su misión era recoger el agua del deshielo. Esto conlleva un mantenimiento y unas medidas de corrección del impacto producido por la construcción, ya que el riesgo de erosión o desprendimiento era muy alto. Muros de contención y la revegetación del talud eran algunas de las medidas que utilizaban.
Sorprendente es que, después de todas estas alteraciones, al cabo del tiempo la estructura quede totalmente integrada en el paisaje, es más, llegue a formar parte de él, otro gran punto a favor de su sostenibilidad. En la fotografía que acompaña al artículo, que muestra la Acequia de los Hechos (Nigüelas), podéis ver perfectamente de lo que hablo. Aunque va mucho más allá de la mera integración paisajística.
La acequia de careo forma un verdadero ecosistema a su paso, que en algunas ocasiones puede albergar una gran biodiversidad y muy valiosa, ya que se pueden encontrar endemismos botánicos o de entomofauna que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
Las constantes filtraciones de estas acequias forman “borreguiles”, llamados así por su uso ganadero, que tinta el paisaje de verde, haciendo un fuerte contraste con el paisaje de piornal. Por lo tanto, la mayoría de la vegetación que encontraremos alrededor de las canalizaciones serán herbáceas, algunas con nombres tan curiosos comoAconitum burnatii (Revientavacas) o Rosa canina (Tapaculos). Especies tóxicas como la Digitalis purpurea (Dedalera) o algunas plantas endémicas de Sierra Nevada como laGentiana verna ssp. sierrae o Plantago nivalis (Estrella de las Nieves) una planta muy característica, utilizada como símbolo de Sierra Nevada y del sendero de gran recorrido Sulayr (GR-240). También podemos encontrar plantas de porte leñoso como castaños, encinas, robles melojos, majuelos…
La fauna asociada a estas construcciones también es característica. Podemos encontrar aves, como Prunella collaris (Acentor alpino) ave característica de estas altitudes, y diversas mariposas, como Melanargia lachesis, Satyrus actaea (Sátiro negro), o Parnassius apollo nevadensis (Mariposa Apolo), otra joya de Sierra Nevada que solo se puede encontrar en este macizo. Un insecto endémico y muy curioso que se puede ver por los alrededores de las acequias es la chicharra de montaña (Baetica ustulata), que nos permite ver las adaptaciones de estos insectos a la alta montaña, como su color oscuro, cuerpo robusto y alas atrofiadas. También es fácil ver al ganado alrededor de las acequias, como la Vaca pajuna, haciendo uso del pasto que se genera al paso de la acequia.
Queda demostrado que las acequias de careo son construcciones que respetan el modelo de desarrollo sostenible y que lo llevan más allá.
La faceta social y económica de las acequias tuvo su apogeo en los años 60. Existían cuadrillas, a veces intervenía todo el pueblo responsable de la acequia, en labores de mantenimiento y limpieza. Conocida era la profesión del ramalero, que era el encargado de repartir en partes equitativas el agua entre los miembros de la comunidad de regantes, aunque en la mayoría de las ocasiones el acequiero se encargaba de las dos funciones.
En la actualidad, la mayoría de estas acequias se han perdido o deteriorado gravemente por su desuso y falta de mantenimiento. Quedan contados acequieros, y la profesión está condenada a desaparecer. La pérdida de estas canalizaciones ha supuesto que en fuentes y manantiales deje de surgir agua, y el deterioro del ecosistema asociado a ella.
Aunque no está todo perdido, ya que existen proyectos de restauración de acequias de careo en Sierra Nevada, y la gente es cada vez más consciente de su importancia. ¿Volverán a lucir de nuevo estas acequias como antaño? El tiempo lo dirá. Pongamos lo sostenible de nuevo de moda.
La reflexión de mi amigo me parece muy completa y enriquecedora, espero os haya gustado y la compartáis para que más gente tome conciencia y pongamos lo sostenible de nuevo de moda!
Foto de la Semana desde el río Camarate, Lugros, vía Mari Fernández (Art. Mary):
SaturdayVideoGeA os trae hoy ‘Camarate Lugros, raices del Alhama, Bosque Encantado‘ vía khortes Magán:
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Muy buenas!
Hoy me gustaría volver pesar tanto como mis ojos han tenido que ver en mis 27 años…más aún, los que han tenido que ver los 50 y tantos de mi padre, los 70-80 de sus tíos y los cientos de años de maltrato al agua en Granada que han visto nuestros ancestros. Como describió en su día Machado…queda mucha Granada, agua oculta que llora.
Normalmente alabo y engrandezco la gran naturaleza que tenemos ligada al agua en nuestra provincia. Agua que da vida y sentido a la cultura del granadino, que da alas a la poesía y que hace un rico tesoro de ornamento más brillante que el sol nuestras plazas y monumentos. Dónde deja de existir el agua en Granada si cada calle y cada camino descansan en sus fuentes y filigranas. Cómo pensar en Granada sin sus manantiales y arroyos, sería como pensar en el mar sin su sal o en la nieve sin su blanco. Sin embargo, tanto hay que engrandecerse de lo bueno que hay, como agachar las orejas de vergüenza ante lo que no queremos ver. Justo delante de nuestras narices parece que lo más evidente se vuelve invisible, así la mierda espume en nuestros ríos o los cascajos y las basuras sean la nueva forma de forzar los rápidos en arroyos sin agua propia o retenida.

Y es que no podemos dejar de ver cómo le perdemos el respeto al medio y al agua, la misma agua que muchos añoran, otros la vilipendiamos. Nos jactamos de que nos gustan los ríos y sus comederos, pero no movemos un dedo ante los vertidos y el deterioro, ante el desaprensivo que arroja basura o el que pierde, roba o ensucia el agua. Hay tantos casos casi como tanta impunidad. Quién no ha visto flujos de vuelta a un río aportándole heces y compresas, quién no ha echado una foto tratando de dejar fuera del encuadre un bote, una lata o un puñado de plásticos y ladrillos.
Llevo un tiempo trabajando con todo lo que nos une al medio, lo que nos llena y nos da fuerza. Pero el que quiere ver debe abrir los ojos aunque le queme lo que ve. Y creedme, me queman los ojos…me revientan los oídos, me chirrían los diente y se me cae el alma al suelo. Y es que a cada paso de la aventurilla que empecé hace menos de dos años ya me ha permitido ver mucha mierda.
Desde los desastres más grandes a los más pequeños, todos duelen por la indolencia con que se tratan. Hay casos dignos de reivindicación vecinal como en el caso de la histórica y BIC acequia de Aynadamar, a la que le parece valer de poco que la incluyan en la lista de monumentos a preservar, conservar y divulgar de Andalucía; en el lado contrario hay casos sin repercusión alguna y que asimilamos cada día como el dantesco encorsetado de hormigón e infectas represas del río Genil a su paso entre Puente Verde y la Inmaculada, fuera de esos extremos incluso resulta graciosa y pasable la adecuación de riberas…en medio sólo sirve el río como acumuladero estanco de efluvios residuales, carritos de la compra y kilos de algas y basuras flotantes…imagen de Granada?
Y es que el mayor mal de la persona es acostumbrarse…sufrir y ver pasar la vida aceptando y sin luchar porque ‘qué se la va a hacer’ cuando no ‘qué se iba a poder hacer’. Triste recuerdo tenemos si no recordamos quiénes fuimos y de dónde vinieron los pasos que nos preceden. Los ríos fueron, las fuentes eran y las lagunas quisieron ser. Desde ‘toda la vida’ se contempla dolorosamente morir cada rincón de vida sin increpar contra las vejaciones que nuestros gobernantes han lucrados sus bolsillos y la falta de respeto crítico-ambiental que llevaban ligados sus actos para ‘controlar’ los cauces.
No pretendo con esta sección hacer leña del árbol caído o crear sentimientos de desánimo, sino más bien crear conciencia y abrir los ojos de aquellos que realmente quieran ver algo más. Una crítica constructiva, nada más…o quizás si.

Acudiremos a referencias de aquellos que ya han tratado el tema de manera científica y/o divulgativa, así mismo trataré de acercar las posturas de todos los lados o frentes para que las reflexiones puedan incluir todos los puntos de vista.
Espero vuestra colaboración, ideas, sugerencias, comentarios y, si os gusta y queréis que llegue a más gente, compartidlo!
SaturdayVideoGeA os trae hoy ‘Laguna del Padul‘ vía Pepe Vimasur:
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